LA DANZA CALABRESA: MAURICIO MACRI Y LA RECONSTRUCCIÓN DEL PRO
¡Hola Comunidad Urbana! Es un placer comenzar a compartir «charlas» con ustedes por este medio. Sin dudas, la radio es un espectro hermoso por el cual transitar, pero más aún, si también lo podemos llevar a la letra. ¡Ahí vamos!
La tarantella es un baile típico de las regiones de Italia de Calabria, Campania y Apulia, cuya variante calabresa es denominada precisamente “tarantella calabresa” y se diferencia de las danzas del mismo nombre del sur por su ritmo relativamente más acelerado. Siendo así, en la tarantella calabresa una pareja se une y rodeada de un grupo de personas en círculo comienzan una danza rítmica y de “galanteo” que aumenta progresivamente su velocidad a medida que la música avanza. Mauricio Macri, conocido también como “El Calabrés” por el origen de su familia en aquella ciudad italiana, luego de un tiempo de mirarla de afuera, hoy se dispone a entrar a la ronda y bailar. Su pareja es la más linda del salón, ni más ni menos que el presidente Javier Milei. Desde que llegó a la presidencia, el libertario supo que tenía dos caminos: co-gobernar con el aliado electoral que le permitió ganar el ballotage o improvisar un gobierno “100% hecho en casa” con sus pocos allegados del novísimo partido La Libertad Avanza. Y como nada en política es puro, el resultado conforme avanzaron los meses fue algo entre medio de las dos opciones. No hubo acuerdo partidario, pero sí se sumaron al gobierno figuras del PRO como Patricia Bullrich, Toto Caputo y Federico Sturzenegger, e incluso, el ex radical (a esta altura podríamos decir que es así) y ministro “Top Gun” Luis Petri. El asunto es que, aún cuando todos y todas pensaban que estaban ahí por designio de El Calabrés, estas figuras demostraron una independencia de criterio que hizo dudar al máximo dirigente PRO, tanto que tuvo que salir a aclarar con referencia al caso Bullrich que ella estaba ahí por “un acuerdo personal”, lo que hizo que todas las filas macristas exclamen en conjunto “entonces, ¿estamos o no estamos?”.
Mauricio con sus últimas acciones parece decir “no estamos”. Una historia corta en tres actos. Se abre el telón. Primer acto. La temeridad de Bullrich de fundirse en un abrazo despersonalizante con los libertarios hizo que la corran de la presidencia del partido a nivel nacional y que luego “echen” a sus asambleístas de la asamblea nacional del PRO. Segundo acto. Macri aparece con un mítin en La Boca de relanzamiento del PRO en el cual la frase más rimbombante fue “Javier Milei sigue teniendo pendiente el desafío de construir un equipo”. Dicho por quién supo tener al mejor equipo de los últimos 50 años. Tercer acto. La Fundación Pensar, usina del pensamiento del PRO que dirige María Eugenia Vidal, presentó un informe de evaluación de los primeros seis meses de gobierno de Milei en el que, después de meter en la licuadora 50 indicadores, el resultado fue un “muy bajo” (2,5 de 10 puntos posibles para ser exactos) índice de desarrollo nacional. Todo parece indicar que El Calabrés quiere marcar distancia y frenar el torbellino libertario que absorbe todo voto de centro a derecha que ande por ahí. Como bicho de la política que es, olfatea las elecciones de medio término y entiende que, si el PRO no juega las cartas en este momento, puede llegar a desteñirse de amarillo y empezar a verse más violeta. El campeón internacional de Bridge no puede dejar que eso pase. Por eso, con la tarantella política sonando, entra a la ronda y baila, y, al igual que en el baile italiano, el ritmo de los acontecimientos se acelera sin saber donde puede terminar. De nuevo, a Macri no lo deja dormir una cuestión fundamental: el PRO tiene muchas ventajas estáticas pero pocas ventajas dinámicas, es decir, el PRO es puro acto pero nada de potencia. Cómo la canción de José Luis Perales, Mauricio canta “qué pasará mañana” (mientras a los más viejitos les suena la canción, los más jóvenes pueden ir googleando el nombre).A pesar de haber hecho agua en la última elección presidencial, hoy el PRO tiene cinco gobernadores, cientos de intendentes e intendentas y legisladores en ambas Cámaras. Es decir, tiene la capacidad de dar (o no dar) gobernabilidad a nivel ejecutivo y legislativo. Ahora bien, con el crecimiento de LLA, todo indica que las elecciones de 2025 no van a ser buenas para el PRO, por lo que todo ese músculo político podría decrecer rápidamente. Las elecciones tienen la potencialidad de dejar al desnudo un hecho que Macri quiere ocultar y Bullrich proclama a viva voz: el PRO está perdiendo su base electoral porque no es más el partido que representa al “cambio” (o a la derecha argentina, como quiera pensarse). “¿Sabe tu novia que los votantes del PRO ya no existen?”. Ante este panorama, Macri sabe que no hay mejor momento que el ahora. Cómo le habrá enseñado su omnipresente padre Franco, entiende que uno tiene que negociar cuando tiene la fuerza y presiona para sentar a Milei a la mesa. No hace más que sacarle el mayor provecho a las ventajas estáticas del PRO. “Mire Don, yo tengo todos estos gobernadores, intendentes y legisladores, si no ordena las cosas, bueno, se le puede complicar, vió”. El primer aviso, algo así como una notita de amenaza mafiosa, llegó este miércoles con el rechazo de los diputados macristas al DNU de los 100 mil millones para la SIDE. Se esperan algunas señales más de este tipo por parte de El Calabrés si las cosas siguen igual. Ordenar las cosas en este caso son cargos, o sea, participación en ese manantial interminable de recursos que es el Estado Nacional. Macri confía en que, a partir de esos cargos e instrumentos, se va a poder reconstruir el PRO pedacito por pedacito luego del estallido que significó haber quedado tercero a nivel nacional en el 2023. Mauricio tiene ese famoso “equipo” que a Javier tanto le falta y hasta ahora no lo pudo sacar a la cancha. Es claro que, desde que el pobre Julio Garro (en un cargo menor) se fue a la casa por descreer del Mesías, Macri desconfía de los acuerdos pequeños y hechos a las apuradas, y busca de Milei un gran acuerdo partidario.
En suma, es cuestión de tiempo y aguante. Lo mejor para Milei es aguantar a las elecciones del 2025 donde es seguro que pueda garantizarse gobernabilidad propia, pero no sabe si llega sin el apoyo del PRO en la cuestión federal y en las cámaras legislativas. Lo mejor para Macri es negociar ahora, en el momento en que tiene el poder de fuego para hacerlo, ya que el 2025 es incierto y preocupante para el en otro momento partido del cambio. Las últimas noticias “off the record” hablan de Guillermo Francos, nuestro Frank Underwood alimentado a mate y bizcochitos, como el gran articulador que estaría negociando un frente electoral entre LLA y el PRO. En una entrevista radial este había dicho que veía a futuro a Mauricio como “un líder que acompaña”. Pero El Calabrés hace rato no “acompaña” a nadie y no le gusta la sombra, cuestión que quedó clara el año pasado en la fallida patriada del amigo Horacio. Al ímpetu de Francos, que no es más que el de un hombre que sabe que tiene su Last Dance en la política, hay que imponerle una presencia y empuje de igual o mayor importancia. Por eso Mauricio entra a la ronda y baila, y a medida que avanza el año y los partidos se perfilan para las elecciones intermedias la música se acelera y la tensión aumenta. Dos personas que bailan la tarantella al estilo calabrés y otras que hacen la ronda alrededor observando el espectáculo, en cuyas caras podemos reconocer a Bullrich, Caputo (menor y mayor, el niño bonito devenido espía de la nueva SIDE y el artista de la timba financiera devenido artista de la timba financiera), Santilli, Vidal, Sturzenegger, Francos, Frigerio, Torres, y hasta encontramos al otrora paladín de la lealtad peronista, Daniel Scioli. Todos a la expectativa de ese baile acelerado que Mauricio Macri le propone a Javier Milei de cara al 2025.Para fines de este mes El Calabrés hará una nueva aparición para continuar ordenando a su partido. Esta vez será en Paraná, donde lo recibirá Rogelio Frigerio, hoy gobernador y ex ministro del Interior macrista. Allí se darán cita los gobernadores y principales líderes del PRO. “Estamos acá y somos estos” es el lema no oficial del acto y el que preocupa a las filas libertarias, que necesitan transitar un 2024 con provincias sumisas y leyes aprobadas en el Congreso, algo que solo el PRO está en condiciones de garantizar. Ese es el mensaje que Macri le susurra al oído a Milei mientras bailan “a la calabresa” en esa ronda plagada de élite que es la política argentina.
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Por Lautaro Marcotti.
23 de agosto del 2024.