LAS MUJERES ANDAN RELATANDO
Hola Comunidad Urbana, es un placer poder encontrarnos por este medio. Para quienes no me conocen soy Agos Testa y nos podemos escuchar en mi columna «Literatura en Construcción», por Fuego Amigue, programa que encontraras todos los Viernes de 18hs a 21hs en nuestra hermosa radio. Aquí, vamos a hablar de diversos temas y construiremos una literatura-trinchera necesaria en estos tiempos. Cada quince días, los Miércoles. Acordate, que te podes sumar a nuestra Comunidad acá.
Cuando elegimos un libro, elegimos ver el mundo a través de las palabras de cada autor. Es por eso, que en “Literatura en construcción”, elegimos verlo desde la perspectiva de autores que comprenden que la palabra es poder y la utilizan para contar de una forma empática, colectiva, amorosa, respetuosa, con conciencia social y reflexiva.
En esta primera edición quiero compartir con ustedes las obras de dos autoras, para comenzar a armar la lista de “pendientes” de este nuevo año de lectura. No son dos obras recientes, pero sí, realmente dignas de ser leídas. Y, para quienes no las conocían, la oportunidad de descubrirlas y disfrutar de su obra. Me refiero a Belén Lopez y Ariana Harwicz. Autoras muy populares, con una narrativa atrapante y la convicción de usar su palabra para obligarnos a reflexionar sobre el orden impuesto.
Las obras que me gustaría recomendarles hoy, nos invitan a corrernos del papel de lector pasivo al que estamos acostumbrados. Porque volvías cada verano, de Belén Lopez y Matate amor, de Ariana Harwicz, dos obras de alto impacto, donde los personajes nos hacen parte de sus miedos y su realidad, que también es la realidad de muchas.
En primer lugar, quiero recomendar la novela de López, la cual logró que su autora se volviera muy reconocida en el ámbito literario. Una obra que puede ser leída como una novela, una denuncia, como la propia construcción de una vivencia traumática. Relato de un abuso padecido en la adolescencia en manos de un hombre armado, un tío poderoso, el macho de la familia y del pueblo. Esta novela y su escritora fueron criticadas luego de la publicación. En principio por su contenido. Luego por la forma en la que se narra y también porque habla de una temática que incomoda a todos: EL ABUSO INTRAFAMILIAR.
Un texto donde la voz de esa niña que no pudo decir, se transforma y se anima a contarnos sus dolores más profundos. Una narradora que aparece entera, fuerte, hablando de lo que da tanta vergüenza hablar. Escribiendo contra todos los que intentaron callarla. Contra sí misma, incluso, a veces. Este libro es el relato de una batalla, la que ganó Belén López Peiró iniciando un juicio, buscando asesoramiento legal , contándole a todos sus parientes y vecinos, obligándolos a ver lo que no querían ver, escribiendo, haciendo de su propia experiencia una obra exquisita, una intervención política poderosa y muy necesaria.
En segundo lugar, tenemos a Ariana Harwicz y su novela Matate, amor, una reflexión sobre lo apremiante y agotador de maternar. La novela nos ubica en los lugares comunes de la maternidad y la familia, para alterar las estructuras como las tenemos concebidas. La narradora evidencia con su relato, el desconcierto de una madre que se sabe atrapada, pero que no quiere dejar de sentirse mujer y tener deseos propios. La protagonista nos invita a mirar el lado B de la maternidad, su lado más agotador y desgarrador. Es un relato urgente de una mujer, que se siente perdida con su nuevo rol y que sufre las exigencias de su familia y su marido respecto a ser una “madre todo poderosa”, mito instalado en la sociedad patriarcal en la que vivimos. La novela se convierte en una invitación a reflexionar sobre los tabúes de la maternidad, el matrimonio y el sueño moderno de la vida fuera de la ciudad. En esta historia vamos a ser testigos de los desesperados intentos de su protagonista por liberarse de lo que se espera de ella en su rutina de madre-esposa-dueña de casa. Una mujer que parece estar al borde de la locura. Surgen algunos interrogantes al avanzar en la lectura: ¿Quiénes son los locos en esta historia y en todas las historias? ¿Aquellos que se resignan a una vida de mierda o aquellos que se rebelan a ella? Entre más rabiosa y descontrolada se vuelve la protagonista, más loca parece para quienes la rodean, pero más cerca está de una versión auténtica de sí misma; de esa versión que existía antes de transformarse en la institución madre-esposa-dueña de casa.
Nietzsche decía: “El arte existe para que la realidad no nos destruya”, y la literatura es una de las formas de expresión artística más bella y antigua. Una que utiliza las palabras como herramienta para su construcción, persigue la belleza y la reflexión, no solo mediante el empleo de figuras retóricas, sino también del ritmo y el sentido que se le dé a la palabra.
Los invito a seguir compartiendo conmigo este espacio donde, haremos del arte de las letras, una trinchera donde resistir leyendo. Si llegaste hasta acá, sumate a nuestra Comunidad, es totalmente importante para nosotrxs.
Nos encontramos en la próxima edición. Con cariño, Agos.
Por Agos Testa
26 de Junio de 2024.